8.10.11

¿A qué hemos llegado?

Movimiento: efecto de desplazarse, acción de mover, conmoción, alzamiento, desarrollo de una tendencia de carácter innovador…
Todos estaremos de acuerdo que los seres vivos nos podemos mover. Igualmente se mueve una gallina guiando a sus polluelos hacia el alpiste para alimentarlo, como también se mueve un roble agitando sus vigorosas ramas al son del viento. El movimiento es intrínseco a los seres vivos.
Lo seres inertes, sin vida, también pueden moverse, aunque no autónomamente, siempre que sean guiados por una fuerza superior. Tal esta la piedra lanzada por un niño para pegar saltos en el agua, la camisa tendida en el balcón que se cae por el viento, o incluso un grano de tierra que se pega al pie de una persona y que se cae al tiempo. Estos ejemplos, como todos, poseen unas condiciones externas que hacen posible el movimiento.
Pero, analicemos la situación de un ser vivo. El ser vivo por excelencia, aquel que posee las mayores capacidades de cualquier ser encima de la tierra, el ser humano.
Se mueve con sus piernas, que lo llevan a lugares. Pueden mover objetos con sus piernas. Pueden comprar y vender todo sacando dinero de sus carteras, moviendo solamente las manos. Todo es movimiento. Consiguen ese dinero por su trabajo, que necesita un movimiento. A su vez ese dinero fue creado por personas, ¿adivinan con que? Con movimiento.
Como esto, también es movimiento un grupo de seres que se unen para conseguir una satisfacción propia o común.
Pero, dicho esto, ¿Por qué se mueven los seres vivos? No hablemos en un sentido de movimiento como desplazamiento, si no movimiento como incentivo para conseguir algo, una satisfacción propia o común. Los seres inertes sabemos que necesitan algo que hagan que varíen su posición de reposo. Pero, ¿Si a ellos lo mueven algo, a los seres vivos también no? Deberíamos de analizar todo los estratos de los seres animales, pues no hay dos iguales, pero nosotros vamos a analizarlos en dos grandes grupos, racionales e irracionales.
Empecemos la casa por el tejado, es decir, de atrás hacia delante. Los animales irracionales son movidos por sus instintos, hacen aquello que necesitan en el momento para sobrevivir, comer, beber, dormir y todo lo hace sin tener que dar nada a cambio, pues se encuentra en la naturaleza y son bienes libres.
Ahora, los racionales, o sea, nosotros, los seres humanos. ¿Por qué nos movemos? Tenemos nuestros instintos pues nos quedan vestigios de nuestro pasado irracional. Tenemos que comer, beber, dormir como los animales, pero nosotros tenemos que dar algo a cambio. A parte, con nuestra cordura no solo necesitamos lo básico, si no que también necesitamos realizarnos interiormente con muchas otras cosas, que debemos de dar algo a cambio.
Y, ¿Qué damos a cambio? Dinero. Sí, eso mismo que hacen que las personas se muevan, en el sentido estricto de la palabra, y que, además, lo crean otras personas con sus movimientos. Todo en las personas se basa en conseguir ese capital para poder optar a comprar, sí comprar, por que todo aquello, cualquier bien o servicio, que no sea libre, gratuito, hay que adquirirlo dando algo a cambio, dinero en la actualidad. Nos movemos por y para el dinero.
La mayor parte de la población pude conseguir ese dinero para optar a la adquisición de lo que necesita, somos libres para conseguir el dinero y para gastarlo a nuestro libre albedrío. Pero, ¿Y aquellas personas que, por circunstancias de la vida, no poseen la capacidad conseguir ese dinero? ¿Pasan de ser un ser racional a uno irracional? O peor aún ¿Son menos que los seres irracionales?
Pongamos un ejemplo para verlo más gráficamente. Innumerables veces hemos visto a personas darle comidas a gatos o perros callejeros, que viven en la calle sin un hogar, o incluso acogerlos en su casa. Pero, en cambio, no le damos nada a los necesitados, a los iguales que nos piden comida, por que no pueden conseguirla de otras maneras.
Yo soy el primero que admito mi error.
Igual esas personas no han tenido las mismas oportunidades que nosotros, no se le han dado los mismo medios para llegar a donde nosotros. Pueden incluso que hubiesen sido más validos que nosotros. Pero el hecho es que no es así y preferimos que nos den pena. El mundo se viene abajo y nadie hace nada. Un mundo donde el dinero sea el que lo mueva todo, que lo condicione todo, es posible, es el actual, pero no el ansiado. Descubrimos el error y sabemos como remediarlos, pero como el que mira llover, no hacemos nada, o no queremos hacer nada. Esa seria la pregunta.
Un sistema económico donde impere el poder del más fuerte, donde no haya condiciones que democraticen los negocios, que hagamos negocios de aquello que no tenemos, donde… todo es un fallo.
Necesitamos un organismo que haga que todos seamos iguales, no que seamos iguales clones uno de otros, si no donde todo el mundo tenga las mismas oportunidades de llegar a donde quiera, que cada uno marque su camino y no se lo marquen, donde el dinero no sea el que mueva a la persona, si no que el dinero sea algo que esta simplemente, que la persona se mueva sin preocupación de que va a necesitar ese dinero para seguir siendo como es. Un mundo donde se le asegure lo que todo ser vivo necesita primariamente, donde se asegure lo que todo ser racional necesite primariamente. Donde todos partamos de la misma situación inicial y recorramos nuestros caminos para llegar a un punto final. Un mundo donde el egoísmo no sea el imperante.

3 comentarios:

Alejandro dijo...

Al fin y al cabo, te refieres a un mundo utópico. Un mundo en el que no impere el egoísmo lejos de ser difícil es imposible, porque por algún motivo que al menos yo no alcanzo a comprender, el ser humano es egoísta.

¿Por qué damos comida a los gatos abandonados y no a los seres humanos que viven en la calle? Excelente pregunta. Pero veámoslo de la siguiente forma: ¿por qué enviamos dinero al tercer mundo antes de intentar que no le haga falta a nadie del nuestro? Yo creo que la respuesta es que en nuestro egoísmo, asumimos que esas personas sí que tuvieron su oportunidad, y que la rechazaron. La mayoría de los errores que comentemos los seres humanos se fundamentan en que nos encanta suponer, o presuponer. No preguntamos, sino que nos damos automáticamente una respuesta (la que más satisfacción nos produzca, por supuesto) y seguimos con nuestra vida. "Enterramos nuestros pecados, lavamos nuestras conciencias".

El mundo se mueve guiado por el dinero porque el ser humano jamás se moverá por altruismo, porque sea mejor para el bien común, o porque alguien lo necesite. Por muy triste que sea, el ser humano solo se moverá si tiene un aliciente personal para hacerlo. Y eso es algo que nos viene desde dentro, no sé si por instinto o por educación. Yo al menos espero que por educación, ya que al menos eso se puede corregir.

Te seguiré de cerca JD ;)

Vainka Torres dijo...

Caballeros, mi siguiente reflexión no es más que otro punto de vista quizás necesario para seguir vislumbrando algo de luz filántropica a esta jungla; eso sí, en la que no os falta mucha razón.
Hablais de egoísmo, de las distintas vías para compartir, de algunas pautas sociales....Diciendo todo esto creo, amigos, que sentenciais la naturaleza del ser humano. ¿Qué importancia viene si ese acto benévolo hacia un desconocido ha venido a través de su personalidad, cultura, convencimiento de que será recompensado? Él lo hace porque su corazón lo dicta así. El desconocimiento, así reza el topicazo de turno, no exime del cumplimiento de reglas. Ser bueno socialmente está bien visto por todas las culturas y sociedades. ¿Qué más da si ese individuo solidario y caritativo (sentimientos clave para tal definición) se ha transformado a través del convencimiento de ese ideal o per se?. Por todo ello, démosle una pequeña oportunidad a los malos de corazón, que no sé si existen, que hacen el bien desde el prisma de la imposición de compartir como valor fundamental en las sociedades.

Unknown dijo...

Hace poco, escuche una conversación que decia que el cambio, solo se puede conseguir por medio de la revolución armada. Defendia este individuo que la unica manera de cambiar el sistema es romperlo y hacerlo de nuevo, como el formatear un ordenador supongo.
Yo no pienso así, es cierto que la sociedad que nos ha tocado vivir es así:convulsa, hipocrita, desfavorecida, egoista y hasta aterradora. El sistema económico que tenemos impuesto, es lo opuesto a lo que desearia la gente que quiere cambiar todo. Yo creo que el problema del egoismo, nacé de tiempo muy atras. Del hecho de hacer para recibir. Si todos nos desprendieramos de ese echo seria todo mas facil. Aunque por desgracia para mi y para todos los que piensan como yo, o parecido, desgraciadamente no lo veamos nunca. Mi deseo es que si, y con nuestro ejemplo, espero que lo consigamos.